Descripción
Probablemente sin que sean estas las intenciones primarias, pero definitivamente son las consecuencias obligadas de quien se anime a probar un poco de ese sabroso jugo que baña un pescado de carne blanca, entero, trozado o fileteado, que se conjuga entre cebollas, tomates y algunas de esas hierbas como el culantro a los que Cumbaratza y su deliciosa gastronomía nos tienen acostumbrados.
Palabras que corroboran la inmensa riqueza que significa para nosotros –zamoranos- herederos de una cultura milenaria, tierra que no ha hecho más que donarnos sus frutos y entre ellos, los principales insumos de uno de nuestros platos tipicos: Peces de carne blanca, compacta, que al ser sometidos a cocción, la suave emanación de sus jugos convierte la Tilapia sudada en uno de los platos más suculentos y aromáticos de nuestra mesa. Su degustación, en rigor, bien podría parecerse a la cata de un buen vino: Vista, olfato y gusto alrededor de un caldo sustancioso en éxtasis de colores y sabores.
En ese sentido, somos grandes catadores de nuestra culinaria. Y el sudado no es más que un acto mágico de la cocción: solo basta colocar en ebullición la tilapia, el tomate, la cebolla, los vegetales, hierbas aromáticas y condimentos, bajo el suspenso de una tapa de barro, si se puede, y dejar que el tiempo tome la forma de una sabrosa fantasía: el mejor sudado del mundo, es el nuestro.
El sudado es una de las formas más saludables de preparar una tilapia, ya que aporta proteinas con el pescado, hidratos de carbono con el arroz y, también, verduras. Se hace a partir de un sofrito de estas verduras y se pone a hervir y «sudar» el pescado. Podemos tomarlo como plato principal o, incluso, como plato único. Eso sí, para disfrutarlo al 100% y recrear la experiencia de comerlo en Cumbaratza, lo mejor es acompañarlo de arroz.